Redacción
07/01/2013
En una reunión de funcionarios judiciales, el responsable de seguridad del Partido Comunista de China (PCCh), Meng Jianzhu, ha anunciado hoy que se pondrá fin al sistema de campos de trabajo durante este año, según recoge el diario basado en Hong Kong,
South China Morning Post.
El sistema de reeducar mediante el trabajo, es decir en la práctica una condena a trabajos forzosos, está vigente desde 1955 y permite mantener a una persona detenida sin juicio previo durante un máximo de cuatro años.
Normalmente las codenas a “campos de trabajo” se utilizaban para castigar a personas que se calificaban de “alborotadores”; puede que no hubieran cometido un delito muy definido, pero eran incómodos para el gobierno. Por ellos han pasado desde “intelectuales” en la época de Mao, estudiantes de Tiananmen hasta padres que se han saltado la política de “un solo hijo”.
La existencia de campos de trabajo en China, conocidos como "laogai”, ha sido denunciada sistemáticamente por las organizaciones de derechos humanos, y en los últimos tiempos también muy contestada por la sociedad china e incluso por miembros del Partido Comunista.
El pasado agosto el caso de Tang Hui, una mujer condenada a 18 meses de reeducación por exigir una condena más dura para los siete hombres responsables de secuestrar, violar y forzar a prostituirse a su hija de once años, desencadenó una ola de críticas a través de los medios de comunicación y redes sociales que forzó su libertad.
Ahora se anuncia la
reforma del sistema que debe ser aprobado en el plenario anual de la Asamblea Nacional Popular, que se celebrará el próximo mes de marzo. Se calcula que en la actualidad existen 350 campos de trabajo en China y de forma oficiosa se reconoce que más de 160.000 personas han pasado por ellos, aunque la cifra real podía ser el doble.