12/07/2012
Con una rebaja de un cuarto de punto, los tipos de interés fijados por el banco central surcoreano quedan ahora en el 3%.
La medida también quiere combatir la cada vez más evidente apatía de la demanda interna, evidenciada por una reducción de la inflación, 2,25 en junio.
El nuevo escenario generado por las dificultades en el sector exterior y la apatía doméstica han llevado al gobierno de Seúl a rebajar las previsiones de crecimiento del PIB para el conjunto de 2012, fijadas en un principio en el 3,5%.
Algunos analistas ya habían previsto la posibilidad de que el banco central surcoreano relajara su política monetaria para facilitar el movimiento del dinero en un entorno global cada vez más complejo, sobre todo porque algunas economías del área, empezando por las más determinantes, China e India, están adoptando las mismas medidas ante la desaceleración.
Sin embargo, todo apuntaba a que
Seúl aguantaría hasta agosto, por lo que la anticipación de un mes indica que los responsables de la economía de la cuarta economía de Asia se preparan para intentar limitar los efectos de la ralentización global.
La crisis en la zona euro, uno de los principales destinos de las exportaciones surcoreanas, está empezando a contagiar a las más dinámicas economías de Asia de manera evidente.
Si China sufre las consecuencias negativas de la ralentización en la zona euro no va a poder ejercer de motor de la recuperación global, generándose un círculo vicioso que solamente se puede romper con políticas de estímulo.
En un entorno similar, China no va a facilitar una apreciación del yuan, lo que haría perder competitividad a sus exportaciones.
De momento, Seúl ya se ha sumado a la única medida de estímulo ya anunciada también por el Banco Central Europeo, el recorte de tipos.
Los analistas esperan al menos una o quizá dos rebajas más de tipos en
Corea del Sur de aquí a diciembre.