Redacción
05/06/2012
El Banco de la Reserva de Australia recorta los tipos de interés del 3,75 al 3,5 para estimular la economía ante la desaceleración provocada por la crisis económica mundial y la ralentización del consumo interno.
Australia ha aprobado una nueva reducción de los tipos de interés, la segunda en un mes, para intentar reactivar la economía seriamente afectada por la caída de la demanda externa.
El
Banco de la Reserva de Australia (RBA, siglas en inglés) rebaja en 25 puntos básicos los tipos de interés porque reconoce que aunque la economía mundial ha dado signos de recuperación en el primer trimestre de 2012, tras la desaceleración registrada en el segundo semestre del año pasado, los últimos indicadores dibujan un panorama negativo.
La crisis en la eurozona se ha agudizado, Estados Unidos crece a un ritmo muy lento y la economía China se desacelera a consecuencia de la caída de la demanda de los países desarrollados.
China se ha convertido en el principal socio comercial de Australia y la ralentización del crecimiento del gigante asiático afecta a las exportaciones australianas que hasta ahora se había beneficiado de las necesidades de materias primas, materiales raros y productos de minería que necesitaba para mantener su alto ritmo de crecimiento.
Además, la confianza en el mercado financiero se sigue deteriorando. El RBA cree que Europa seguirá siendo una fuente potencial de desestabilización debido al debilitamiento del crecimiento, las incertidumbres políticas y las dudas sobre la fortaleza de las entidades bancarias.
En el plano interno, Australia se enfrenta a la debilidad del consumo: las ventas al por menor han retrocedido por primera vez en diez meses y el precio de la vivienda ha sufrido una fuerte caída.
El RBA contempla que la inflación se mantenga entre el dos y el tres por ciento en 2012.
El gobernador del RBA, Glenn Stevens, asegura en el comunicado oficial que la Junta ha considerado que el modesto crecimiento interno y la incertidumbre de la situación internacional junto con las perspectivas de la inflación dan margen para flexibilizar la política monetaria.
El Banco de la Reserva de Australia ha rebajado las previsiones de crecimiento económico para 2012 al 3%.