Redacción
13/04/2011
El informe económico mensual que ha presentado el gobierno nipón contempla, por primera vez en seis meses, un
recorte del crecimiento. Los datos confirman las previsiones del Fondo Monetario Internacional que ha rebajado en dos décimas el crecimiento previsto para 2011.
La
valoración del ejecutivo reconoce que aunque la economía japonesa daba signos de recuperación, en marzo la situación se ha ralentizado a causa del desastre. Sin embargo, el ministro de Economía y Política Fiscal, Kauro Yosano, asegura que confía en que el impacto negativo sea de corta duración y se camine de nuevo hacia la recuperación.
La destrucción de fábricas, el corte de suministro energético y la interrupción en la cadena de suministros afecta a la producción y por tanto a las exportaciones, el pilar de la economía nipona. A pesar de ello se espera un marcado repunte para el segundo semestre del año aprovechando el tirón de la reconstrucción.
Japón calcula que la reconstrucción de la zona afectada por el tsunami rondará los 300.000 millones de dólares. Más de 150.000 personas han perdido su vivienda, el número oficial de muertos supera los 13.000 y hay unos 15.000 desaparecidos.
El primer ministro, Naoto Kan, ha hecho un llamamiento a la población para, en la medida de la posible, intentar volver a la normalidad. Aunque las continúas réplicas del seísmo, algunas de más de 7 grados de intensidad, y la inestable situación en la central de Fukushima dificultan los esfuerzos para normalizar la vida cotidiana ya que persisten los cortes de suministro eléctrico.
Las empresas intentan retomar la actividad, aunque reduciendo su capacidad. Toyota por ejemplo ha anunciado que reabrirá todas sus plantas del 18 al 27 de abril, aunque se teme que trabajarán sólo al 50%. En Europa ya ha anunciado que suspenderá la producción en cinco fábricas durante varios días por escasez de suministros provienientes de Japón.
La situación en la central de Fukushima Daiichi, aunque oficialmente aseguran que se está estabilizando, sigue siendo una de las principales preocupaciones. Ayer Japón elevó el nivel de gravedad del accidente y
lo equiparó a Chernóbil. De momento la emisión de radiactividad es mucho menor.
Se calcula que Fukushima sólo ha emitido un 10% del material radiactivo que dejó escapar Chernóbil, pero se desconoce la evolución. La central sigue si estar estabilizada, parece comprobado que en algunos de los reactores se ha producido fusión nuclear y se sigue trabajando para conseguir refrigerar el combustible y drenar el agua contaminada.
Algunos expertos alertan que a la larga la contaminación de Fukushima puede ser superior a la de Chernóbil si no se consigue paralizar las emisiones y desmantelar la planta en condiciones.
El gobierno ya ha ampliado la zona de evacuación a 40 kilómetros de la central. Países vecinos como China y Corea del Sur han expresado su malestar por la falta de información y por los vertidos de agua contaminada al océano.