Redacción
17/02/2011
El primer ministro de India, Manmohan Singh, ha aceptado la creación de una
comisión parlamentaria para investigar la reciente oleada de casos de corrupción que han azotado la imagen del gobierno y del país, especialmente en relación a una posible concesión irregular de licencias de telefonía móvil de segunda generación.
La presión por este caso se disparó desde la detención del exministro de Telecomunicaciones, Andimuthu Raja, acusado de haber organizado una venta fraudulenta de licencias en 2008. Este fraude habría causado unas pérdidas al estado de entre 30.000 y 40.000 millones de dólares.
En relación a esta investigación, también ha sido citado a declarar uno de los grandes magnates de la economía india y máximo dirigente de Reliance Communications,
Anil Ambani. Aunque desde la compañía afirman que la declaración fue voluntaria, las acciones han caído un 30% este año.
Ante el aumento de la crispación política provocada por el caso, que se suma a las ya habituales denuncias por corrupción en India, Singh realizaba este miércoles una declaración televisada en la que reafirmaba su
compromiso contra la corrupción.
Singh señalaba que la percepción internacional de que India es un país corrupto no beneficia a nadie y que todos los culpables de fraude serían perseguidos, juzgados y castigados ocuparan el lugar que ocuparan.
Tras esta declaración del primer ministro, la oposición parlamentaria ha visto el momento de volver a pedir la creación de una comisión de investigación y en esta ocasión en Partido del Congreso ha aceptado. En esta comisión, Singh ha anunciado que está dispuesto a responder cualquier pregunta relacionada con el caso de las posibles irregularidades en las licencias de telecomunicaciones.
Singh, ante las insinuaciones de que estaría preparando una transición para dejar el poder, ha querido dejar clara su determinación a cumplir con los cinco años de que consta la legislatura y de gobernar de forma eficaz durante este periodo. Singh ha lamentado que su segundo mandato se haya visto dañado por la corrupción, pero ha querido poner en valor el trabajo del actual gobierno.
La determinación a luchar contra la corrupción no es sólo una apuesta personal de Singh, sino de todo el partido. Pocos días atrás,
Rahul Gandhi, secretario general del Partido del Congreso, pedía en una rueda de prensa acciones contundentes y rápidas para atajar estos problemas.
Entre sus propuestas, consideraba que los propios partidos políticos deberían reflexionar sobre su estructura y su funcionamiento interno. En la misma rueda de prensa, Rahul Gandhi también exigía que el dinero negro almacenado en paraísos fiscales sea devuelto a India.
El ejecutivo liderado por el partido del Congreso, a pesar de los problemas derivados de los casos de corrupción, goza de suficiente legitimidad como para finalizar la legislatura sin mayores problemas, a pesar de que también se enfrenta a otro gran reto económico: la inflación, y especialmente el encarecimiento de los alimentos.
El gobierno ha anunciado una previsiones de crecimiento económico del 8,5% y una reducción de la
inflación hasta el 7% para este año fiscal, que finaliza el 31 de marzo. Pero según los recientes datos publicados, la inflación sólo se habría reducido en dos décimas, del 8,43% al 8,23%, en enero en relación al año anterior.
Una de las principales causas es el precio de los alimentos, que sigue siendo un gran reto para el ejecutivo. En enero ha aumentado un 15,7%, dos puntos por encima de los datos registrados el mes anterior.
El Banco Central, en su lucha por contener los precios, ha subido los tipos de interés en siete ocasiones en menos de 12 meses, pero tras conocerse estos datos no se descarta que lo haga de nuevo.