El Asia-Pacífico es la región que envejece más rápido
El Asia-Pacífico es la zona del planeta que registra un envejecimiento de población más rápido. El Banco Mundial calcula que la región perderá un 15% de su población en edad de trabajar en 2040 y debe empezar a buscar soluciones para un reto que frenará el desarrollo.
El estudio Live Long and Prosper: Aging in East Asia and Pacific, que ha publicado el Banco Mundial revela que en la región del Asia Pacífico vive el 36% de la población mundial de más de 65 años, unos 211 millones de personas.
El Asia Pacífico envejece al ritmo más rápido que cualquier otra región en la historia y este importante cambio demográfico puede frenar el desarrollo. Con menos fuerza de trabajo se tendrá que hacer frente a un aumento del gasto público en pensiones, servicios sanitarios y cuidados personales. Los patrones de consumo también cambiarán y afectará a la economía.
La rapidez y magnitud del cambio demográfico en el Asia Oriental plantea retos políticos, económicos y fiscales. Se teme que por primera vez en la historia países en vías de desarrollo envejezcan antes de enriquecerse y poder dotarse de servicios.
Se calcula que en 2040 la población en edad de trabajar se verá reducida en un 15% en Corea del Sur y en más de un 10% en países como Japón, Tailandia o China.
El Banco Mundial aconseja empezar a adoptar reformas para hacer frente a los problemas del futuro ya que de no hacerlo solo el gasto en pensiones supondrá hasta un 10% del PIB en 2070.
Además advierte que la mayoría de los países no tienen todavía un sistema sanitario preparado para hacer frente a enfermedades crónicas relacionadas con la edad avanzada como diabetes, cardiopatías, cáncer o alzhéimer.
El ritmo de envejecimiento varía en función del desarrollo. En sociedades avanzadas y ricas como Japón, Singapur o Corea del Sur, la población de más de 65 años ya supera el 14% del total, mientras que en países pobres como Laos, Camboya o Papua Nueva Guinea sólo alcanza el 4%.
El Banco Mundial propone medidas como aumentar la edad de jubilación, incentivar la permanencia de la mujer en el mercado laboral, fomentar la natalidad y en algunos países como Japón o Corea del Sur facilitar la entrada de emigrantes.