Bangkok intenta volver a la normalidad y reabre el tempo del atentado

Las imágenes captadas por las cámaras de seguridad muestran a un individuo vestido con camiseta amarilla que deja una mochila en el lugar del atentado. Se sospecha que pudo ser la persona que colocara el artefacto explosivo, aunque no se conoce más información sobre su identidad. Se trabaja sobre la premisa que el atentado es obra de un grupo organizado, aunque de momento nadie lo ha reivindicado.

Las especulaciones están abiertas y se barajan posibilidades desde terroristas uigueres- ya que la mayoría de las víctimas son chinas- en venganza por la expulsión de Tailandia de activistas uigures a China, a la poco probable posibilidad de que la guerrilla islamista, que actúa en el sur del país, haya ampliado su radio de acción hasta la capital.

Desde el ministerio de Defensa se insinuó que el atentado podría ser obra de algún grupo afín  a los "camisas rojas", los partidarios del clan Shinawatra.

Posiblemente es la teoría que más interesa al gobierno militar que hace un año derrocó a la  primera ministra Yingluck Shinawatra y que, a pesar de sus promesas de organizar en 2015 elecciones generales, finalmente las pospone para el año que viene. Además está redactando una constitución que le permitirá perpetuar su control del poder político.

El atentado da razones a la junta militar para justificar el golpe de estado y presentarse como un garante necesario de la estabilidad y la paz. El primer ministro, Prayuth Chan-ocha, ya ha declarado que es el peor atentado terrorista que ha sufrido Tailandia.

Este miércoles el templo de Erawan ha reabierto y la normalidad ha regresado al céntrico cruce donde está situado. Centenares de personas han acudido a rezar ante la imagen de Brahma y se han colocado ofrendas en forma de velas, incienso y flores tanto en el templo como en el exterior.