China reduce el nivel de contaminación del aire en el primer semestre de 2015, según Greenpeace
Los niveles de contaminación del aire en las ciudades chinas se han reducido en los primeros seis meses del año, según un informe de Greenpeace que de todas formas advierte que siguen siendo peligrosos y quintuplican los niveles que recomienda la Organización Mundial de la Salud.
El informe de Greenpeace constata que la calidad del aire ha mejorado en 189 ciudades, respecto al año anterior. Los niveles promedio de PM 2.5 (partículas en el aire que pueden penetrar profundamente en los pulmones y dañarlos) han caído alrededor de un 16%.
En Pekín el nivel promedio de PM 2.5 se ha reducido un 15,5% entre enero y junio. Mientras que los niveles de dióxido de azufre SO2 (causados por la quema de carbón) se han reducido un 42,6 por ciento.
Sólo 18 ciudades chinas han registrado un aumento del nivel de contaminación del aire.
El uso del carbón como fuente de energía para la industria y las centrales eléctricas es la principal cusa de la contaminación del aire. Se calcula que el carbón es el responsable del 80% de las emisiones de C02 en China.
La rápida expansión del uso del coche en las ciudades y factores climáticos contribuyen a la grave contaminación del aire.
El gobierno chino es muy consciente del problema de la contaminación y del descontento que genera entre la población.
La contaminación, no sólo del aire, también de la tierra y del agua debido al rápido crecimiento económico y la necesidad energética que ha generado, provoca graves problemas de salud y se ha convertido en uno de los principales retos del gobierno.
A principios de año se aprobó la Ley de Protección Medioambiental de China para reducir el consumo del carbón. En la región que comprende Pekín, Hebei y Tianjin se ha instaurado límites en el consumo de carbón con un sistema de multas a las empresas más contaminantes.
El proyecto puede ampliarse al resto de China en el futuro. El gobierno se ha marcado como objetivo alcanzar en 2020 el pico de emisiones de C02 y en 2030 conseguir haber reducido las emisiones de C02 entre un 60 y un 65% respecto a los niveles de 2005.