Birmania mantiene el veto que impide a Aung San Suu Kyi ser candidata a la presidencia
El parlamento de Birmania, controlado por el ejército, ha rechazado las enmiendas para reformar la constitución y permitir que la líder de la oposición y premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, pueda presentarse a las elecciones presidenciales previstas para el próximo otoño.
El proyecto de ley de reforma constitucional pretendía eliminar el veto que impide que un candidato con cónyuge o hijos de nacionalidad extranjera pueda ser elegido presidente o vicepresidente de Birmania (Myanmar).
Es un requisito prácticamente hecho a medida teniendo en cuenta las circunstancias personales de Suu Kyi para impedir que se pudiera convertir en presidenta de Birmania. Ella es viuda de un ciudadano británico y madre de dos hijos que tienen nacionalidad del Reino Unido.
Aunque el parlamento ha votado mayoritariamente a favor de la reforma, no se ha conseguido superar el 75% de los votos, porcentaje necesario para reformar la constitución.
El resultado es el esperado, ya que el 25% de los 664 escaños que conforman el parlamento birmano son designados directamente por los militares (166 escaños) y el resto elegido en las elecciones.
De esta forma el poder militar, con su 25%, controla el parlamento e impide cualquier cambio constitucional.
Precisamente una de las enmiendas rechazadas contemplaba reducir al 70% los votos necesarios para aprobar cambios constitucionales y así evitar la tutela del estamento militar.
El veto a las reformas demuestra que aunque los herederos de la junta militar desde 2011 están dispuestos a realizar una transición y propiciar una apertura política, ésta será tutelada por ellos y pasará más por la economía que por una verdadera democratización del país.
Aung San Suu Kyi ha sostenido que la reforma constitucional era necesaria para poder celebrar unas elecciones democráticas y que el "verdadero cambio" en Birmania dependía de la reforma de la carta magna.
El veto reduce las esperanzas de Aung San Suu Kyi, que tiene setenta años, de convertirse en presidenta de Birmania y llevar a cabo una transición real.
Las elecciones se celebrarán posiblemente en noviembre y aunque el partido de Suu Kyi, Liga Nacional para la Democracia, obtenga mayoría y supere al gobernante Partido para la Unión, la Solidaridad y el Desarrollo, del exgeneral Thein Sein, los militares han dejado las cosas atadas para seguir controlando el parlamento y evitar la pérdida del control político.