Aung San Suu Kyi visita China
La líder opositora birmana Aung San Suu Kyi realiza su primer viaje oficial a China. Con la visita al principal inversor extranjero en Birmania, Suu Kyi refuerza su papel como candidata a la presidencia de su país y el régimen chino se aproxima a la líder opositora mientras se distancia del actual gobierno heredado de los militares.
Aung San Suu Kyi realiza una visita oficial de cinco días para estrechar relaciones con China. La agenda incluye entrevistas con el presidente Xi Jinping y el primer ministro Li Keqiang, encuentros muy poco frecuentes cuando el invitado no tiene un cargo oficial en el gobierno de su país.
China fue en el pasado uno de los principales apoyos económicos del régimen militar birmano y a pesar del proceso de democratización iniciado en 2011 sigue siendo el principal inversor extranjero.
Sin embargo, los enfrentamientos del ejército birmano con los rebeldes de la minoría Kokang, en la frontera con la provincia china de Yunnan, han provocado tensiones entre China y Birmania.
Pekín no está muy conforme en cómo el gobierno del exgeneral Thein Sein se enfrenta a la crisis y ha controlado los brotes de violencia. Prueba de ello son las maniobras militares realizadas por el ejército chino en la frontera con Birmania (Myanmar), que han incluido fuego real.
China teme que los brotes de violencia traspasen la frontera y se extiendan en su territorio.
El gobierno chino también ha tenido desencuentros con el presidente Thein Sein sobre posibles inversiones en nuevas presas y centrales hidroeléctricas, que de momento se han paralizado.
El viaje oficial de Aung San Suu Kyi refuerza su papel como futura presidenta de Birmania, un cargo que la mayoría de la comunidad internacional aprueba y espera.
Birmania celebrará elecciones presidenciales en noviembre y de momento con la legislación vigente la líder del principal partido de la oposición, la Liga Nacional para la Democracia (LND), no puede presentarse, aunque nadie duda de que si finalmente se reforma la ley Aung San Suu Kyi las ganará.
La visita parece mostrar el apoyo de Pekín a Aung San Suu Kyi. La estancia de la líder opositora es seguida ampliamente por los medios de comunicación chinos como si fuera un jefe de estado.
Una premio Nobel de la Paz incomoda
Además de líder indiscutible de la oposición, el currículum de Suu Kyi incluye la concesión del Nobel de la Paz en 1991, mientras permanecía en arresto domiciliario. Aung San Suu Kyi se ha pasado prácticamente la mitad de su vida en la cárcel o bajo arresto domiciliario por su compromiso por la democratización de Birmania.
Que un Premio Nobel de la Paz visite oficialmente China genera incomodidad en el gobierno de Pekín porque hace recordar la situación de Liu Xiaobo, Premio Nobel de la Paz en 2010.
El escritor y activista Liu Xiabo cumple la condena de once años de prisión en una cárcel china por "incitar a la subversión".
La prensa china obvia la concesión del Nobel a Aung San Suu Kyi y no se espera que ésta, que viaja en su calidad de líder del partido en la oposición, haga ninguna declaración a favor de la liberación de Liu Xiaobo.