Terremoto en Nepal: el gobierno pide ayuda internacional
El gobierno de Nepal ha pedido ayuda internacional para hacer frente a la catástrofe provocada por el terremoto que ha dejado más de 2.500 muertos y al menos cinco mil heridos. La población pasa una segunda noche al aire libre ante el temor de nuevas réplicas del seísmo.
La prioridad es rescatar a los posibles supervivientes atrapados entre los escombros y atender a los heridos. Los cortes de luz y teléfono dificultan las tareas de rescate y la falta de agua potable se ha convertido en uno de los principales problemas ya que hace temer el brote de epidemias.
El gobierno ha pedido equipos de rescate, medicinas y tiendas de campaña para acoger a los heridos y damnificados por el seísmo. El precario sistema sanitario de Nepal está colapsado.
El sábado 25 de abril un terremoto de 7,9 grados de intensidad en la escala abierta de Richter sacudió el centro de Nepal. La zona más afectada abarca desde el valle de Katmandú, donde se encuentra la capital, al de Pokhara, y es la parte más poblada del país.
La capital ha sufrido importantes daños, especialmente en la parte más antigua, en los barrios de Basantapur, Thamel, Nardevi y Jhochhen, donde se han derrumbado numerosos edificios. Monumentos históricos, declarados patrimonio de la humanidad por la UNESCO, como la torre Dharhara, la plaza Basantapur Durbar y la plaza de Pathan Durba han quedado completamente destruidas.
El domingo se registró una fuerte réplica de 6,5 grados de magnitud que incrementó el grado de destrucción.
El terremoto ha provocado avalanchas en el Everest y al menos veinte montañeros han muerto cerca del campo base.
Cientos de miles de personas pasan la segunda noche al aire libre o en tiendas de campañas ante el temor a nuevas replicas del seísmo. Se han habilitado espacios al aire libre, como estadios o patios de colegio, para acoger a la población.
El seísmo también ha afectado a las zonas fronterizas con la India y el Tíbet y las réplicas incluso se han podido sentir en Bangladesh.
Nepal, con unos veintiocho millones de habitantes, es uno de los países más pobres del mundo, con una de las rentas per cápita más bajas.
No ha desarrollado ningún sistema de prevención antiterremotos y las edificaciones no están preparadas para superar los temblores. Este es el peor terremoto que ha vivido el país desde 1934, en que murieron 8.500 personas