Pekín restringe los visados a ciudadanos chinos para entrar en Hong Kong
El gobierno chino ha anunciado que limitará la entrada en Hong Kong de residentes de la vecina Shenzhen en respuesta a las múltiples protestas en la ex colonia por el tráfico de mercancías.
Los residentes en Shenzhen sólo podrán obtener un visado a la semana para entrar en Hong Kong y permanecer un máximo de siete días en cada visita. Hasta ahora, y desde 2009, tenían la posibilidad de visados de múltiples entradas.
La población de Hong Kong se había quejado del llamado "comercio paralelo", muchos visitantes de Shenzhen en realidad entran a Hong Kong para comprar productos que luego revenden más caros en la República Popular.
En Hong Kong la fiscalidad es más baja y sobre todo el control de calidad es mucho más alto que en China continental por lo que, además de productos de lujo, tecnología o cosméticos, se hace contrabando especialmente de productos alimentarios, como la leche en polvo.
El gobierno de Hong Kong había pedido al gobierno de Pekín medidas para controlar este "comercio paralelo", que además de hacer subir los precios en Hong Kong, colapsaba el paso fronterizo y multiplicaba el número de turistas. En Hong Kong hay un creciente malestar por la invasión de turistas de la China continental y su mal comportamiento cívico.
Las estadísticas oficiales constatan que en 2014 Hong Kong recibió 47 millones de visitas de ciudadanos de China continental y se calcula que una decima parte son visitantes que entran para comprar productos y revenderlos después en otros territorios de China.
Desde 1997 en que Hong Kong dejó de ser una colonia británica para volver a estar bajo soberanía china, el territorio tiene un estatus propio de Región Administrativa Especial de Hong Kong y los ciudadanos del resto de China necesitan un visado para entrar como turistas.