Más de 3.500 muertos en el terremoto de Nepal
Las autoridades de Nepal elevan a más de tres mil quinientos la cifra provisional de muertos y los heridos superan los seis mil quinientos. El país ha pedido ayuda internacional, desbordado por la catástrofe.
Nepal necesita equipos de búsqueda y rescate, equipos médicos especializados, medicinas, tiendas de campaña y agua potable para hacer frente al mayor seísmo de los últimos ochenta años.
Dos días después del terremoto la prioridad sigue siendo rescatar a los posibles supervivientes, aunque con el paso del tiempo las esperanzas son menores. Se intenta restablecer servicios esenciales como el suministro eléctrico o las comunicaciones.
El número confirmado de muertos supera los tres mil quinientos y la cifra previsiblemente aumentará conforme avancen las labores de rescate y se acceda a zonas montañosas que han permanecido incomunicadas.
Helicópteros del ejército de Nepal y de la India han podido sobrevolar la zona afectada por el seísmo y han notificado la destrucción de numerosas aldeas remotas situadas en las laderas de los valles del Himalaya.
A unos sesenta kilómetros de Katmandú, en el distrito de Gorkha, donde se registró el epicentro del terremoto, al menos un setenta por ciento de las casas han quedado destruidas.
El sábado 25 de abril un terremoto de 7,9 grados de intensidad en la escala abierta de Richter sacudió el centro de Nepal, la región más poblada del país. La zona más afectada abarca desde el valle de Katmandú, donde se encuentra la capital, al de Pokhara.
Tras el seísmo se han registrado numerosas réplicas, la más fuerte, de 6,5 grados de magnitud, tuvo lugar el domingo sobre las 13 horas
La capital de Nepal ha sufrido importantes daños, especialmente en la parte más antigua, en los barrios de Basantapur, Thamel, Nardevi y Jhochhen, donde se han derrumbado numerosos edificios. Monumentos históricos, declarados patrimonio de la humanidad por la UNESCO, como la torre Dharhara, la plaza Basantapur Durbar y la plaza de Pathan Durba han quedado completamente destruidas.
El terremoto ha provocado avalanchas en el Everest y al menos veinte montañeros han muerto cerca del campo base. Unos doscientos alpinistas han sido rescatados y más de un centenar siguen desparecidos.