El cortometraje chino La lampe au beurre de yak aspira al Oscar
El trabajo del realizador chino Hu Wei La lampe au beurre de yak compite al Oscar al mejor cortometraje de ficción. La historia muestra a un fotógrafo y su asistente en una zona remota del Tíbet retratando a familias de nómadas.
Con planos fijos y austeridad narrativa Hu Wei se sirve de esas fotografías de familia delante de fondos irreales - desde la ciudad prohibida a los mares del Sur- para señalar los cambios de una sociedad en transformación.
Con sutileza Hu Wei muestra cómo China transforma la vida de esos nómadas tibetanos.
Son fotografías de sueños que muestran los deseos de sus protagonistas, las diferencias de edad y de expectativas en la vida, la colisión entra la tradición y el futuro.
Los fondos de esos retratos muestran sutilmente los cambios en China: desde ese retrato de Mao que preside la entrada a la Ciudad Prohibida, a las modernas calles de una ciudad o a las mansiones de aire europeo con las que sueñan las jóvenes parejas con anhelos de riqueza futura, para acabar -después de una irreal imagen de playa con ecos de vacaciones- en la realidad de un progreso que no acaba de llegar – simbolizado por los cimientos de una autopista- pero que lo transforma todo.
La lampe au beurre de yak es una coproducción chino-francesa y el segundo cortometraje de Hu Wei, que rodó en francés su primer corto, Le propriétaire.
La lampe au beurre de yak ha ganado el Gran Premio en el Festival Clermont-Ferrand 2014 y fue seleccionada en el último Festival de Cannes, ahora se encuentra entre los cinco finalistas al Oscar para el mejor cortometraje de ficción.