No hace ni un mes que Singapur lideraba el ranquin establecido por el Banco Mundial como el lugar más favorable para los negocios de un total de 189 países y territorios.
Singapur lleva siete años liderando este tipo de clasificaciones y en el último informe de EIU se destaca sus cualidades en materia de eficiencia y apertura de la economía.
Las claves del éxito de Singapur en términos de liberalización económica radican en su relativamente baja carga impositiva –no supera el 17%--. Además, permite apoyarse en servicios financieros y legales solventes. Y, finalmente, está casi totalmente libre de prácticas corruptas.
Hong Kong, el principal y habitual competidor de Singapur en este terreno, se ha quedado en la cuarta posición.
Otro factor a favor de Singapur ha sido la buena calidad del aire frente a las dos plazas financieras chinas, Shanghai y Hong Kong. En esta última ciudad, territorio autónomo de China con garantías legales internacionales, se sufre el contagio de los altos índices de contaminación en la vecina provincia de Guangdong.
Otras economías asiáticas, como las dos grandes potencias emergentes, India y China, se sitúan respectivamente en los puestos 47 y 50 del ranquin de EIU.
Los analistas consideran que China e India son muy atractivas para los negocios pero no presentan un clima que los facilite.