El té verde
Procedente de China, el té (cha) verde, como el té negro, se prepara con las hojas de un arbusto del género Camellia.
A diferencia del típico té inglés, durante la preparación del té verde las hojas se esterilizan al vapor para que no fermenten, con lo que se conservan mucho mejor las múltiples cualidades de la planta.
Rico en vitamina C y minerales, la infusión de té verde se considera un producto terapéutico que favorece la actividad cardiovascular y que puede actuar para prevenir algunos tipos de cáncer.
También se ha utilizado tradicionalmente, incluso en las largas meditaciones de los monjes budistas, para evitar el sueño aprovechando que en su composición encontramos cafeína y taninos.