Aung San Suu Kyi, con el apoyo de Obama, reclama cambios constitucionales en Birmania

En una rueda de prensa conjunta, tras la reunión que han mantenido Suu Kyi y Obama en Rangún, la líder de la oposición y Nobel de la Paz ha denunciado los límites de la actual constitución que le impide presentarse a las elecciones presidenciales de 2015 por tener dos hijos nacionalizados británicos y exige cambios constitucionales.

La constitución birmana, en un artículo que parece redactado especialmente para que Suu Kyi no pueda optar a la presidencia, prohíbe presentarse a candidatos que estén casados con un extranjero o tengan familiares de otra nacionalidad.

Aung San Suu Kyi es viuda y su marido era británico, sus dos hijos tienen pasaporte británico ya que nacieron cuando estaba en el exilio.

En la rueda de prensa Suu Kyi ha pedido un cambio de la constitución para eliminar las limitaciones y que cualquier persona pueda presentarse a la presidencia del país. También ha advertido que el proceso de reformas puede estar lleno de baches, pero que confía en que con el diálogo y la ayuda internacional se pueda avanzar.

El presidente norteamericano, Barak Obama, ha apoyado la petición de Suu Kyi pidiendo cambios "inclusivos" en la constitución y ha advertido que el proceso de reformas está todavía lejos de ser completado.

Obama ha viajado a Birmania para participar en la cumbre ASEAN y también se ha entrevistado con el presidente del país, el exgeneral Thein Sein.

En sus declaraciones a la prensa ha reconocido los avances que se han producido en Birmania, pero también los retos que todavía están pendientes y ha asegurado que no se debe caer en la complacencia.

En vísperas de la visita de Obama, Aung San Suu Kyi había denunciado el estancamiento del proceso de reformas democráticas y había advertido que la comunidad internacional pecaba de optimismo sobre la disposición de un gobierno pilotado por exmilitares para implementar una reforma democrática del régimen.

Desde que Thein Sein formó un gobierno civil en 2011 se han impulsado reformas para democratizar el país. Se levantó el arresto domiciliario a Suu Kyi y se le permitió participar en unas elecciones parciales en 2012 en las que ganó su escaño al parlamento. También se han promulgado varias amnistías y liberado presos políticos, se ha instaurado la libertad de prensa y se ha llegado a algún acuerdo con algunas de las guerrillas separatistas del norte del país.

La comunidad internacional premio los cambios en Birmania y apoyó su transición democrática con un levantamiento de las sanciones y proyectos de inversión.

Pero según Suu Kyi el proceso de reformas se ha parado desde principios de 2013. Los militares siguen controlando el parlamento. La constitución redactada en 2008 garantiza una cuarta parte de los escaños del parlamento a los militares que además tienen derecho a veto sobre cualquier cambio en la constitución.

Las elecciones presidenciales previstas para el segundo semestre de 2015 serán toda una prueba para comprobar si realmente el gobierno birmano camina hacia la democratización de país y será muy difícil de entender para la comunidad internacional que Suu Kyi no pueda presentarse como candidata a la presidencia.