La Fiscalía de Corea del Sur pide pena de muerte para el capitán del Sewol
La Fiscalía solicita la pena de muerte para el capitán del ferry surcoreano "Sewol" que se hundió el pasado abril causando 304 muertos, la mayoría estudiantes. La acusación considera probado que el capitán abandonó a los pasajeros en el momento del hundiiento para salvarse.
Lee Joon-seok, de 68 años, y parte de su tripulación fueron los primeros en acceder a los botes salvavidas y ser rescatados, mientras el barco se hundía con 476 pasajeros, sólo 172 consiguieron salvarse.
La fiscalía ha calificado los hechos de homicidio por negligencia y además de la pena de muerte para el capitán solicitan cadena perpetua para tres de los catorce miembros de la tripulación y para el resto penas entre 15 y 30 años.
La acusación considera que la actuación del capitán y la tripulación fue negligente al retrasar la orden de evacuación que impidió que más pasajeros se pudieran salvar y omitieron el deber de socorro al abandonar el barco los primeros en vez de atender la seguridad de los pasajeros.
La tragedia del accidente, en el que básicamente murieron estudiantes de secundaria, añadido al incomprensible comportamiento del capital, provocó una gran indignación en la población surcoreana.
El 16 de abril de 2014 el ferry Sewol se dirigía a la isla de Jeju, un conocido destino turístico, la mayoría del pasaje eran adolescentes que realizaban una salida organizada por el colegio.
Aunque la pena de muerte existe en el código penal surcoreano, existe una moratoria tácita y no se aplica desde 1997. La dureza en la petición de la condena refleja la alarma social, el dolor y la indignación que provocó el trágico accidente.
El juicio a la tripulación del Sewol se inició el pasado 10 de junio, el proceso ha quedado visto para sentencia y el veredicto se hará público entre el 10 y el 12 de noviembre.
Además del juicio a los responsables directos, el capitán y la tripulación, existen otros procesos abiertos para depurar posibles responsabilidades contra directivos de la naviera y funcionarios ya que se descubrieron numerosas negligencias durante la investigación.
De hecho tras el accidente el gobierno desmanteló el sistema de guardacostas y lo ha reestructurado ya que si hubiera reaccionado con más rapidez se hubieran salvado muchas más vidas.