El propio jefe del ejecutivo de Hong Kong, Leung Chun-ying anunciaba su propósito de retomar las conversaciones con los estudiantes para poner fin a las protestas frente a la sede del gobierno que se mantienen desde hace tres semanas.
Leung afirmaba que ambos bandos han estado preparando esta reanudación del diálogo en contactos a través de terceros.
El territorio se vio sacudido unas horas antes del anuncio de Leung por la evidencia de que la policía había recurrido a una violencia inusual contra los manifestantes para intentar despejar la zona ocupada y restaurar el tráfico.
Unas imágenes captadas por la televisión local, TVB, muestran cómo los agentes se llevan a un lugar apartado a uno de los manifestantes, esposado, y lo golpean y patean en el suelo brutalmente.
Amnistía Internacional denunció rápidamente este episodio de violencia policial, inédito en esta crisis de orden público.
Hasta el momento la policía de Hong Kong había actuado con prudencia. Al principio de la protesta empleó espráis con agentes irritantes, aunque la indignación popular forzó a los agentes a abandonar estas prácticas.
Al tiempo que se muestra dispuesto a reabrir las conversaciones con los estudiantes sobre las modalidades de elección del jefe ejecutivo de Hong Kong en 2017, Leung afirma que va a restaurar el tráfico en las avenidas cortadas por la acampada de protesta.
Estudiantes y gobierno ya habían acordado entablar conversaciones pero la secretaria ejecutiva, Carrie Lam, encargada por Leung de dirigir el diálogo, las canceló antes de empezar aduciendo que no se daba el clima propicio.