Miso, un ingrediente básico en la cocina japonesa
El miso es uno de los sabores típicos de la cocina nipona y que inevitablemente asociamos a la famosa sopa de miso. En realidad el miso, que significa "fuente de sabor", es básicamente un condimento. Es una pasta elaborada con semillas de soja, que puede ir acompañada de otros cereales, a la que se añade sal y se deja fermentar.
Se utiliza como condimento para dar sabor a los platos y es la base del popular caldo de miso que se elabora mezclando la pasta con un caldo ligero.
Sus encimas y fermentos favorecen el equilibrio intestinal, mientras que el ácido linoléico que contiene ayuda a prevenir el colesterol. Dicen que es muy adecuado para recuperar la flora intestinal.
La calidad del miso, además de sus ingredientes, depende de su periodo de fermentación. El miso blanco (Shiromiso) fermenta durante un año y tiene un sabor suave, mientras que el miso rojo (Akamiso) fermenta durante dos años y su sabor es más fuerte. El Kuromiso o miso negro tiene un sabor más intenso tras tres años de fermentación.