El propósito del primer ministro conservador es estar más cerca de los ciudadanos y escuchar sus necesidades y aspiraciones, según esgrime el propio Abbott.
Desde este domingo hasta el final de semana Abbott permanecerá en una tienda de campaña en la pequeña comunidad de Arnhem, concretamente cerca de la localidad de Nhulunbuy, en el Territorio Norte.
Abbott se encuentra en tierra sagrada de la comunidad aborigen Yolngu en una iniciativa de gobierno que refleja muy bien los tiempos de acercamiento a las comunidades indígenas.
En los años sesenta se estableció aquí una mina de bauxita sin tener en cuenta a los aborígenes, que llevaban asentados en la zona 40.000 años.
Estos recurrieron a los tribunales y aunque no ganaron el caso los jueces reconocieron a los Yolngu su derecho al uso económico y espiritual de sus tierras, así como el hecho de que habían desarrollado un sistema legal propio.
Precisamente Abbott tratará con los líderes locales la instalación de una nueva explotación minera para extraer bauxita.
La minería es el gran sector estratégico de Australia como proveedor de potencias emergentes como China.
Abbott no descarta volver durante la semana a Canberra si causas de fuerza mayor así lo requieren, como sería el caso de un ataque terrorista, por ejemplo.
De hecho, sus últimas decisiones de gobierno antes de instalarse provisionalmente en Arnhem fueron el anuncio de la participación de Australia en la coalición internacional para hacer frente al grupo yihadista Estado Islámico en Iraq y Siria así como la elevación a "nivel alto" de la amenaza terrorista por primera vez en una década.