Los datos del Banco Mundial ilustran el gran salto en el enriquecimiento de Macao, que ha generado una mejora del PIB per cápita del 18,4%, sobrepasando así a Suiza y situándose en el cuarto lugar del ránquing mundial, solamente por detrás de Luxemburgo, Noruega y Catar.
La renta per cápita en Macao este 2013 es de 91.376 dólares, frente a los 80.528 de Suiza. Este avance tan pronunciado del territorio, que volvió a soberanía china en 1999, se debe exclusivamente al fuerte incremento de los ingresos provenientes de los casinos.
Desde ese 1999, la economía de Macao ha crecido más de un 550%. En particular, el ritmo de expansión de la Región Administrativa Especial de Macao se aceleró a partir de 2002, cuando las autoridades chinas acabaron con el monopolio de los casinos, en manos de un magnate local, y permitieron la entrada de empresarios del juego internacionales, como el norteamericano Sheldon Adelson.
La clave del éxito de los casinos de Macao está en una curiosa combinación, la fuerte afición de los chinos al juego y el hecho de que los casinos estén prohibidos en el resto de la República Popular China.
De ahí la fuerte afluencia de chinos y chinas del resto de provincias de la República Popular a este diminuto enclave del Mar de China Meridional, frente al otro gran polo de atracción de turismo chino, Hong Kong.
La avalancha de jugadores chinos ha llevado a los casinos de Macao a ganar más de siete veces más que la industria del juego de Las Vegas.
El paro en Macao es del 1,7% de la población activa, un gran beneficio para el conjunto de la población, aunque la gran cantidad de dinero llegada a la antigua colonia también ha traído nuevos problemas, como el incremento del precio de la vivienda.