El Banco de Japón ha aprobado mantener estable su política de estímulos para reactivar la economía y salir de la deflación. También advierte de la caída del consumo debido a la histórica subida de impuestos del mes de abril, pero confía en que continúe la moderada recuperación de la economía nipona.
Tras la reunión mensual de dos días, la junta del Banco Central de Japón (BoJ, siglas en inglés) ha emitido un comunicado en el que confirma que mantendrá la política de estímulos porque produce los "efectos deseados".
El BoJ puso en marcha en abril de 2013 una agresiva política de flexibilización monetaria para salir de la deflación y alcanzar una tasa de inflación interanual del 2% en 2015.
En su declaración, la entidad se compromete a mantener las operaciones de compra de deuda pública y activos de riesgo, a un ritmo de unos 60 o 70 millones de yenes anuales, con el objetivo de duplicar la base monetaria. De esta forma el organismo regulador resiste las presiones para incrementar los programas de estímulo.
La junta del BoJ cree que la economía se recupera moderadamente. Advierte de una caída del consumo tras la subida del IVA del 5% al 8% en abril, pero confía en que sea un dato coyuntural que se supere con facilidad.
También constata que el volumen de las exportaciones, uno de los pilares de la economía, se ha estabilizado y los beneficios empresariales han crecido moderadamente por lo que también ha aumentado la inversión corporativa.