Redacción
23/04/2014
El “giro hacia Asia” que prometía la política exterior norteamericana, para contrarrestar el papel emergente de China, se ha visto distraída por la urgencia de otras crisis como la de Siria, el acercamiento a Irán o la más reciente de Ucrania.
Con la
visita de Obama a cuatro de sus aliados se recupera una iniciativa diplomática prevista para octubre pasado que al final fue cancelada en el último momento. La gira de Obama pretende mostrar el compromiso de la administración norteamericana con la región no sólo a nivel diplomático, sino también militar y sobre todo económico.
A pesar de ello, Obama viaja en un momento en que el Pentágono apuesta por reducir su presupuesto y por tanto presencia en el exterior y no se esperan grandes declaraciones o la firma de acuerdos claves.
Es el quinto viaje que realiza Obama a la región y uno de los temas más importantes es impulsar la negociación del Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica (TPP, siglas en inglés).
La primera parada de la gira asiática es Japón donde existe un tratado bilateral de mutua cooperación y seguridad, desde el final de la II Guerra Mundial. Obama ya ha advertido que las islas Senkaku – Diaoyu para China- están dentro del ámbito de aplicación de ese tratado.
En Corea del Sur el presidente norteamericano tratará temas relacionados con la seguridad y la amenaza nuclear de Corea del Norte.
La visita a Malasia, que la administración norteamericana ve como la mayor democracia musulmana de Asia, se centrará sobre todo en temas de cooperación económica y lucha contra el terrorismo.
En Filipinas el presidente norteamericano espera anunciar la renovación y ampliación de los acuerdos militares que le garantizan la presencia de tropas norteamericanas en el archipiélago. Una medida que no es secundada con excesivo entusiasmo por la población que ya ha organizado manifestaciones de protesta.
Un país que no entra en la agenda, China, estará presente como una sombra en todo el viaje. El aumento del poder económico del gigante asiático y sobre todo del poder militar preocupa a sus vecinos con los que mantiene diversos litigios territoriales.