Redacción
09/04/2014
Indonesia elige entre 235.000 candidatos a los 19.000 que tendrán escaño en alguno de los parlamentos del país, incluidos los 560 diputados del parlamento nacional. Doce partidos se presentan a nivel nacional.
Según los sondeos, el Partido Democrático Indonesio de Lucha (PDI-P) se perfila como el vencedor mientras que el gobernante Partido Democrático, del actual presidente del país, Susilo Bambang Yudhoyono perdería muchos escaños.
De confirmarse estas previsiones, Joko Widodo, conocido popularmente como Jokowi, será candidato a las elecciones presidenciales que se celebrarán el 9 de julio.
Las
elecciones de hoy son claves para preparar las presidenciales, ya que en Indonesia los partidos políticos deben conseguir en estos comicios al menos un 25% de los votos o el 20% de los escaños en el parlamento nacional para poder presentar un candidato a las presidenciales.
Las formaciones que no lo consiguen deben crear coaliciones o dar su apoyo a uno de los candidatos que tengan votos suficientes para presentarse.
Jokowi, actual gobernador de la capital, Yakarta, se perfila como favorito para conseguir presentar su candidatura a las elecciones presidenciales.
Tiene una imagen popular de hombre accesible y directo. Su candidatura conecta muy bien con el electorado joven y no hay que olvidar que en estas elecciones hay veintidós millones de indonesios que votan por primera vez.
El Partido Democrático, del actual presidente, se ha visto muy desgastado por los numerosos casos de corrupción que se han descubierto. Además, Yudhoyono no puede presentarse a un tercer mandato.
Los contrincantes de Jokowi pueden ser el empresario Aburizal Bakrie, del Partido Golkar, y el exgeneral Prabowo Subianto, del Partido Gerindra.
Al igual que en la India, que también está celebrando elecciones, la maquinaria electoral en Indonesia es mastodóntica.
De los más de 237 millones de habitantes que tiene el país, cerca de 187 millones de indonesios e indonesias están registrados para votar. La organización de elecciones en un país compuesto por más de 17.500 islas es muy complicada.
Las votaciones tienen tres zonas horarias diferentes y la dificultad para llevar las urnas y recogerlas a algunas zonas provoca que los resultados definitivos se puedan dilatar.