Redacción
14/03/2014
La flor del cerezo se conoce en Japón como “
sakura” y se ha convertido en una forma popular de denominar al árbol. En la tradición japonesa la perfección y belleza de las flores del cerezo, que duran unos pocos días, nos recuerda la fragilidad de la vida.
En estos días los japoneses se lanzan con entusiasmo a visitar los parques de las ciudades o hacer excursiones al campo para ver el bonito espectáculo de la floración del cerezo. Es una fiesta que celebra la llegada de la primavera.
Familias, parejas, amigos y compañeros de trabajo se reúnen y plantan sus mantas bajo los cerezos para celebrar picnics y fiestas. En las empresas también es tradición de celebrar todos juntos el “
hanami”, e incluso es habitual que los empleados hagan turnos para guardar sitio debajo del mejor cerezo.
Aunque la idea de que los japoneses dediquen una fiesta a contemplar los cerezos en flor nos puede parecer muy poética y una muestra de la sensibilidad de este pueblo, también tiene su vertiente más prosaica. En realidad son fiestas donde muchas veces no falta el alcohol y que se pueden prolongar por las noches, se llaman
yozakura (cerezo de noche).
En muchos lugares también se suelen programar conciertos, espectáculos de teatro u otras actividades que amenizan la contemplación del cerezo en flor.
La floración de los cerezos se sigue con disciplina nipona. El servicio meteorológico ofrece información puntual sobre el avance de la floración para que la población pueda hacer sus planes y programar sus excursiones. Incluso podemos encontrar una página
Web en inglés con las previsiones de floración por prefecturas.
Este año las flores de cerezo empiezan a abrirse a partir del 21 de marzo y sembrarán el archipiélago de color en algunas zonas hasta los primeros días de mayo. En la capital,
Tokio, las flores de sakura se abren entre el 30 de marzo y 6 de abril, un momento excelente para visitar la ciudad. Los paseos por el Jardín Nacional Shinjuku Gyoen o por el parque de Ueno son espectaculares.