Reencuentro histórico de familias coreanas separadas desde 1953

Redacción 20/02/2014 Por el tiempo transcurrido, los familiares que han protagonizado estos emotivos reencuentros son ancianos que superan los 70 años. En su niñez o juventud quedaron, por circunstancias de la guerra, en bandos opuestos cuando se callaron las armas en 1953 y se selló el armisticio.

Desde entonces no han podido viajar al otro lado. Solamente los acuerdos entre Pyongyang y Seúl en las fases de menor tensión han permitido organizar estos actos de reunión familiar.

En este caso, 82 surcoreanos, de avanzada edad, han viajado al Norte acompañados por 58 parientes cercanos para reencontrarse por primera vez en seis décadas con sus familiares norcoreanos.

Se han reunido en la estación vacacional del Monte Kumgang, un lugar habilitado en los años de la reconciliación entre Pyongyang y Seúl para que los turistas extranjeros, en particular los surcoreanos, visiten esta "reliquia" de la Guerra Fría que es Corea del Norte.

En el reencuentro, los surcoreanos han llevado regalos de distinta índole para sus familias, incluidos medicamentos y ropa, ante las privaciones materiales que sufre la población de Corea del Norte.

En principio, ambas partes han acordado que esta ronda de reuniones familiares se prolongue hasta el próximo día 25.

La mera celebración de esta nueva ronda de reencuentros es síntoma de una mejora notable en la relación entre Pyongyang y Seúl. Sobre todo porque en las últimas semanas habían surgido serias dudas sobre la posibilidad de que las reuniones llegaran a materializarse.

La incertidumbre era manifiesta al coincidir en el calendario prácticamente con las maniobras militares anuales de Corea del Sur y Estados Unidos, que empiezan el próximo lunes.

Pyongyang había amenazado con cancelar las reuniones familiares si las maniobras no se cancelaban.

Si va a durar o no este claro decrecimiento de la tensión se verá en las próximas semanas, pero en cualquier caso la posición norcoreana dista mucho de la que era hace un año, cuando Pyongyang rompió completamente los contactos con el Sur e incluso cerró el complejo industrial que explota conjuntamente con capital surcoreano en la frontera.