Redacción
09/08/2014
El pato laqueado es una especialidad de la cocina de Pekín y uno de los platos más conocidos de la gastronomía china.
Es un plato muy elaborado por lo que se acostumbra a comer en restaurantes o a comprarlo ya cocinado.
El pato se somete a un complejo proceso de elaboración que empieza por extraerle las vísceras e inflarlo con aire para separar la piel de la carne. Se recubre con una pasta de caramelo líquido y se asa en un horno especial de ladrillo, colgado de un pincho para que el agua del interior cuezca la carne y la grasa se funda lentamente quedando la piel crujiente. Se suele servir al menos en dos platos separados: por un lado la piel brillante y crujiente que se considera un auténtico manjar y la carne cortada finamente.
En la mesa se come envolviendo con pequeños crepes el pato acompañado de una salsa de judías y verduras cortadas finamente. Con los huesos del pato se hace un caldo que se toma después de la carne.