Redacción
05/02/2014
Es el primer
acuerdo sustancial entre ambas partes tras las últimas ofertas de acercamiento lanzadas desde Corea del Norte. Desde 2010 las dos Coreas no facilitaban la reencuentro de miembros de una misma familia dividida a uno y otro lado de la línea del armisticio de 1953.
Es el primer acuerdo sustancial entre ambas partes tras las últimas ofertas de acercamiento lanzadas desde Corea del Norte. Desde 2010 las dos Coreas no facilitaban la reencuentro de miembros de una misma familia dividida a uno y otro lado de la línea del armisticio de 1953.
El acuerdo debe materializarse este mes de febrero después que el Norte cancelara en septiembre una primera reunión con el argumento de una supuesta actitud hostil por parte del Sur.
Las reuniones de familias separadas por el conflicto han sido posibles en momentos de acercamiento y menor tensión entre Pyongyang y Seúl y se han vuelto a interrumpir al suspenderlas Corea del Norte como represalia por decisiones del Sur consideradas por el régimen estalinista como agresivas, como las maniobras militares conjuntas que a principios del Año Nuevo Lunar llevan a cabo tradicionalmente Corea del Sur y Estados Unidos.
Si hace un año la tensión volvía a aumentar significativamente, precisamente al denunciar Pyongyang las maniobras conjuntas, en este inicio de 2014 el régimen de Kim Jong-un está multiplicando los gestos de moderación.
Pyongyang ha remitido una carta conciliadora al Sur y ha solicita a Seúl la cancelación de las maniobras militares con Estados Unidos.
El gobierno de Corea del Sur ha contestado negativamente a esta demanda norcoreana, pero sí ha facilitado el acuerdo para las reuniones familiares.
El reencuentro familiar tiene lugar tradicionalmente en el norte y conlleva una gran carga emotiva, en buena medida por la avanzada edad de los parientes que se ven por primera vez en más de seis décadas.