Japón juzga a un miembro de la secta Aum Shinrikyo dos décadas después del ataque con gas sarín
Makoto Hirata, miembro de la secta Aum Shinrikyo, comparece ante la justicia dos décadas después de que la organización sectaria a la que pertenecía desatara el pánico en el metro de Tokio con un atentado con gas sarín que causó 13 muertos.
Redacción
16/01/2014
De hecho, Hirata no está vinculado con aquella acción y se le juzga por el secuestro de un hombre de 68 años que falleció bajo cautiverio en manos de la secta.
Hirata le había secuestrado porque la hermana de la víctima quería abandonar Aum Shinrikyo.
Tras años huido de la justicia, Makoto Hirata, que hoy día tiene 48 años, se entregó él mismo en una comisaría de policía dos años atrás.
De ser considerado culpable de los cargos a los que hace frente ahora podría ser condenado a la pena capital, como la mayoría de miembros de Aum Shinrikyo.
De hecho, las penas de muerte dictadas contra los miembros de esta secta destructiva no se han hecho efectivas porque la justicia japonesa quiere que estén finalizados antes todos los juicios de miembros de Aum Shinrikyo.
Hirata se muestra hoy arrepentido de sus actos durante los años noventa, cuando Aum Shinrikyo irrumpió en la plácida vida nipona con un tipo de terror incontrolable e imprevisible que sacudió los cimientos de estabilidad y seguridad de la entonces todavía pujante segunda economía mundial.