Redacción
14/11/2013
La burocracia, la
desorganización y la falta de infraestructuras están ralentizando el reparto de ayuda entre los damnificados. Seis días después del paso del tifón la situación es desesperada en Tacloban, donde la población sigue sin tener ni agua y alimentos, ni atención sanitaria suficiente.
Incluso desde Naciones Unidas se ha criticado la lentitud en la distribución de la ayuda humanitaria a las personas afectadas. Muchos suministros quedan atrapados en Manila ante la escasez de medios aéreos para hacerlos llegar a las islas afectadas.
El número oficial de muertos asciende a 2.357. Una cifra que desgraciadamente se espera que crezca a medida que avancen los trabajos de rescate y de desescombro. Se calcula que unos once millones de personas se han visto afectadas por el tifón Haiyan, bautizado Yolanda en Filipinas.
Diferentes representantes del gobierno han salido en
defensa de la actuación del ejecutivo frente a la crisis humanitaria.
A través de comparecencias televisadas, ruedas de prensa o comunicados el mensaje es rechazar las críticas y asegurar que desde el gobierno
se está al frente de la situación y se han organizado operaciones de socorro sobre el terreno, pero que la devastación provocada por el paso del tifón ha dejado cortadas las comunicaciones y la ayuda, aunque lentamente, empieza a llegar a los damnificados.
Desde el gobierno se advierte que el país se enfrenta a la mayor operación logística que se ha realizado en la historia y se ha pedido comprensión.
El Departamento de Salud, el de Interior, el de Defensa Nacional y los gobiernos locales trabajan para poder enterrar a las víctimas y evitar epidemias y repartir ayuda humanitaria.
Transcurridos ya seis días del paso del Yolanda los expertos en salud advierten que se está entrando en un periodo de máximo peligro para la propagación de enfermedades y la aparición de epidemias.
Hoy se espera que llegue apoyo militar de Estados Unidos para ayudar en las comunicaciones. Está previsto el portaaviones George Washington arribe a Filipinas escoltado por dos cruceros con el objetivo de proporcionar una plataforma para que los helicópteros pueden distribuir la ayuda humanitaria y trasladar los suministros.