Nepal vota una nueva asamblea constituyente cinco años después de convertirse en república
Doce millones de nepalíes han votado en unos comicios destinados a elegir una asamblea constituyente que redacte una carta magna, cinco años después de la caída de la monarquía.
Redacción
19/11/2013
Desde entonces, Nepal ha tenido cinco gobiernos distintos, dos de ellos maoístas, la antigua guerrilla vencedora en las primeras elecciones aunque sin mayoría absoluta.
Ninguno de dichos gabinetes consiguió que el parlamento aprobara una nueva constitución a pesar de las múltiples extensiones del plazo de dos años marcado inicialmente.
A pesar de incidentes aislados, las votaciones han discurrido con notable normalidad.
Tres grandes bloques se disputan la hegemonía política en este antiguo reino del Himalaya: los maoístas, es decir, la antigua guerrilla reintegrada a la política, el Congreso y los Marxistas-Leninistas Unificados.
Los resultados definitivos no se conocerán hasta dentro de unas semanas.
No se prevé un ganador claro que pueda disponer de mayoría cómoda en la cámara, de 601 miembros.
Con todo, los analistas consideran que estos comicios son vitales para poder dar a la política nepalí un cierto grado de normalidad y estabilidad.
Hoy por hoy, este país predominantemente pobre, rodeado sin embargo por dos de las grandes potencias emergentes del Siglo XXI, China e India, no dispone ni de constitución ni de instituciones elegidas democráticamente a nivel local.
El proceso constituyente lo dirige el juez Khilraj Regmi, presidente del Tribunal Supremo nepalí, que también dirige el gobierno provisional gracias a un acuerdo entre los grandes partidos.
De consolidarse el proceso democrático, Nepal podría empezar a dejar atrás el síndrome de la inestabilidad y la pobreza.
El país se desangró en una guerra civil de baja intensidad entre los maoístas y la monarquía durante una década, un drama que dejó 12.000 muertos, 100.000 desplazados y que impidió a Nepal subirse a tiempo en el tren de las pujantes economías asiáticas.