Redacción
21/11/2013
Advertidos por el humo negro y blanco originado en la erupción volcánica, los meteorólogos y geólogos especialistas en este tipo de fenómenos han determinado que una nueva isla, de unos doscientos metros de diámetro, se ha formado a unos 500 metros de la costa de Nishinoshima, otro islote del archipiélago de la cordillera Izu-Ogasawara-Marianas.
Los expertos saben que estas erupciones, que pocas veces afloran por encima de la superficie del mar, dan origen a pequeñas islas que la fuerza del mar acaba eliminando nuevamente del mapa.
Por ello, por el momento, habrá que esperar para poder ponerle nombre.
Con todo, existen precedentes, el último hace cuarenta años, de territorio consolidado. La propia Nishinoshima ganó tamaño al juntarse con masas de origen volcánico nacidas a su lado en las erupciones de los años 1973 y 1974.
Por ello, la esperanza del gobierno japonés es poder aprovechar la existencia de nuevas islas como confirmación de su soberanía ante la batalla con China por los ingentes recursos naturales en esta zona del Pacífico.
Tokio va a construir instalaciones portuarias en otro pequeño archipiélago, el de Okinotorishima, a medio camino entre el llamado Anillo de fuego –la cordillera de las Marianas-- y el Mar de China.