Redacción
12/11/2013
Tras cuatro días de reunión Xi Jinping, secretario general del Comité Central del PCCh y presidente del país, ha dado por concluida la tercera sesión plenaria con un vago comunicado, recogido por la agencia oficial
Xinhua, en el que se anuncia la decisión de seguir profundizando en las reformas.
Con el habitual lenguaje inconcreto
Xinhua asegura que el “objetivo fundamental de las reformas aprobadas es mejorar y desarrollar el socialismo con características chinas y seguir adelante con la modernización del sistema y las capacidades de gobierno del país”.
El comunicado asegura que el PCCh ha acordado dejar que el mercado tenga un papel más “decisivo” en la asignación de recursos. Para ello se debe crear un mercado abierto y unificado en que exista una competencia ordenada.
Aunque el sector público será siendo dominante, se estimulará el desarrollo del sector privado para dinamizar la economía.
Se deberán liberalizar sectores hasta ahora controlados firmemente por el estado como el ferrocarril, el transporte aéreo, las finanzas, las telecomunicaciones o la energía.
Se construirá un sistema fiscal moderno y se introducirán mejoras de gestión en las empresas públicas.
Aunque no se habla de cambios políticos sí que se alude a la buena gobernanza, a la transparencia y a la defensa de los derechos humanos.
Se profundizará en la reforma del sistema judicial para mejorar y profesionalizar su funcionamiento y se promete reducir la burocracia.
El plenario también se compromete a promover la reforma agrícola para impulsar el derecho de los agricultores sobre la propiedad de las tierras que cultivan.
Se prevé la creación de un Consejo de Seguridad Nacional y de un Comité de Evaluación y Seguimiento de las Reformas.
Este comunicado es sólo el primer esbozo de la hoja de ruta que se irá publicando en los próximos días para establecer el plan de reformas que en teoría deben cambiar el modelo económico para pasar de una China productora y exportadora a una China consumidora.