Redacción
18/11/2013
Ya lo había anunciado meses atrás, pero Islamabad hace ahora oficial el requerimiento al tribunal supremo. De ser considerado culpable de traición, Musharraf podría hacer frente a la pena capital o a cadena perpetua.
Tras abandonar el poder en agosto de 2008, el todopoderoso Musharraf se había autoimpuesto el exilio hasta que a principios de este año decidió regresar a su país para intentar concurrir nuevamente a las elecciones.
Desde entonces todo han sido contratiempos. Hace frente a múltiples acusaciones relacionadas con su mandato de ocho años, primero como dictador militar y luego como civil.
Está siendo ya procesado por un centenar de muertes en el desalojo violento de la Mezquita Roja, en Islamabad, en 2007, y también deberá rendir cuentas por su supuesta responsabilidad en la muerte de la líder del Partido Popular de Pakistán, Benazir Bhutto.
Muchas voces han reclamado tradicionalmente que si por alguna razón Musharraf debe ser juzgado es por haber usurpado el poder en 1999 en un
golpe de estado incruento.
Los militares, con
Musharraf al frente, asumieron el poder entonces ante los múltiples casos de corrupción y la parálisis en la que habían caído las élites políticas del país.
De hecho, lo que llevaría hoy a Musharraf ante los tribunales es un episodio de enfrentamiento con el estamento judicial a finales de 2007.
El general-presidente quiso entonces suspender al presidente del Supremo, lo que se le volvió en contra.
Una vez terminado el estado de emergencia en diciembre de ese mismo año, la campaña para las legislativas daría una de las peores noticias a Musharraf, la muerte de Benazir Bhutto como consecuencia de un atentado durante un mitin.
Su incapacidad para protegerla quedó en evidencia. Los partidos tradicionales, el PPP del clan Bhutto y la Liga Musulmana de Nawaz Sharif, el político contra el que Musharraf se alzó en armas en 1999, volvían al poder.
Pocos meses después, el equilibrio entre el dictador reconvertido a civil y los clanes históricos de la política pakistaní se volvió a inclinar a favor de estos últimos.