Redacción
13/11/2013
El informe que ha presentado hoy en Kabul la
Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODOC, siglas en inglés) asegura que la extensión de tierra dedicada al cultivo del opio supera por primera vez las 200.000 hectáreas y bate el récord de 2007 en que se alcanzaron las 193.000 hectáreas.
El mayor incremento de tierra cultivada se ha producido en la provincia de Helmand, donde las tropas británicas deben retirarse en breve y precisamente donde uno de sus objetivos era controlar y reducir el cultivo del opio.
Las provincias de Balkh y Faryab, en el norte del país, que habían erradicado el cultivo en años anteriores han vuelto a cultivar opio este año y ya sólo quedan 15 provincias en Afganistán que estén libres del cultivo de la adormidera, de las 34 que forman el estado.
La producción de opio ha ascendido a 5.500 toneladas, prácticamente un 50% más que el año anterior.
Aunque el precio del opio ha bajado, respecto a 2012, siguen siendo muy atractivo para los agricultores que consiguen 145 dólares por kilo. Las incertidumbres sobre el futuro del país tras la retirada de las tropas internacionales previstas para 2014 han disparado el cultivo como una forma de al menos conseguir dinero.
El cultivo del opio en Afganistán siempre ha estado ligado con la seguridad. Las regiones donde tradicionalmente ha habido más extensión de tierra dedicada al opio han sido las nueve provincias del sur y el oeste del país, donde más activa ha sido la insurgencia.
En 2013, el número de víctimas durante la campaña de erradicación del cultivo se ha elevado de forma significativa hasta las 143 víctimas mortales, frente a las 102 registradas en 2012.
En su comunicado, Yuri Fedotov, Director de UNODOC asegura que la lucha contra la droga debe ser una parte integral de la agenda de seguridad, desarrollo y creación de instituciones.
El valor de la producción del opio representa el 4% del PIB afgano en 2013, casi un tercio más que en años anteriores, y a este dato habría que sumarle los beneficios obtenidos por el narcotráfico.
La economía ilegal crece frente a la economía legal y esta tendencia es muy posible que se dispare tras la retirada de las tropas extranjeras el próximo año.
Afganistán es el principal productor mundial de adormidera. Según las estadísticas hasta el año 2010 era el responsable del 90% de la producción mundial de opio, y el año pasado se calcula que el 75% de la heroína mundial procedía de Afganistán.
El riesgo que Afganistán acabe convirtiéndose en un narcoestado es muy alto.