Reducción
15/10/2013
El terremoto se registró el 14 de octubre por la noche, día de la Fiesta Nacional de Filipinas, y el epicentro se ha localizado a 33 kilómetros de profundidad cerca de la isla de Bohol y también ha afectado especialmente a la vecina Cebú.
Al menos 65 personas han muerto en Bohol y una quincena en la isla de Cebú. También se ha registrado alguna víctima mortal en islas cercanas como Siquijor. La tres forman parte del conjunto de islas conocidas como Visayas, situadas en el centro de Filipinas, y en todas ellas se ha podido sentir el temblor de 7,2 grados de intensidad en la escala abierta de Ritcher.
La mayoría de los fallecidos se han producido al derrumbarse estructuras y se teme que el número de víctimas aumente al limpiarse los escombros. Afortunadamente al ser un día festivo escuelas y oficinas estaban vacías.
La isla de Bohol es conocida como destino vacacional por sus paradisiacas playas. Mientras que la vecina Cebú se considera uno de los centros históricos del país, su capital que lleva el mismo nombre que la isla, es la segunda ciudad más importante de Filipinas, después de Manila.
Además de las víctimas mortales y los numerosos heridos,
el seísmo ha provocado importantes daños materiales que incluye el derrumbe de edificios y la destrucción de infraestructuras. El gobierno local ha declarado el estado de calamidad.
El terremoto ha dañado el patrimonio histórico del país. Numerosas iglesias originarias del periodo colonial español,
declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, han sufrido importantes daños. La Iglesia del Santo Nino de Cebú, una de las más conocidas y visitadas del país sufre importantes daños estructurales.
Filipinas se encuentra en el llamado “Anillo de Fuego del Pacífico”, una zona de alta actividad sísmica y volcánica. El archipiélago sufre constantes terremotos. Se registran al año cerca de siete mil temblores, pero la mayoría son de baja intensidad.
Además cada año, durante la época del monzón, sufre la llegada de tifones con las consecuentes inundaciones. A finales de septiembre el tifón Usagi, uno de los más fuertes del año y rebautizado en Filipinas como “Odette”, barrió el estrechó de Luzón y dejó importantes daños materiales y desplazados.
Los efectos naturales influyen directamente en el PIB de Filipinas y en su capacidad de crecimiento económico, que periódicamente está reconstruyendo infraestructuras.