Redacción
01/10/2013
Shinzo Abe ha asegurado que autoriza la subida del impuesto sobre el consumo para mantener la confianza en los presupuestos del país y asegurar un sistema de seguridad social sostenible.
La decisión de
subir los impuestos sobre el consumo, o IVA, va acompañada de un paquete de medidas fiscales para intentar reducir el impacto del impuesto sobre las ventas y para estimular el crecimiento.
Tras meses de dudas, Shinzo Abe ha optado por dar luz verde a una medida que aprobó el parlamento hace un año a propuesta del anterior primer ministro, el demócrata Yoshihiko Noda.
La decisión de subir impuestos es muy impopular en Japón y de hecho fue uno de los motivos que precipitó la caída de Noda y el adelanto de las elecciones que devolvió el poder al Partido Liberal Demócrata, de Shinzo Abe.
La subida del IVA, que lo eleva del actual 5% al 8%, entrará en vigor el próximo 1 de abril de 2014. El plan original contempla que el IVA alcance el 10% en 2015.
La decisión de subir impuestos se ha hecho pública tras conocer la última encuesta “Tankan”, que elabora trimestralmente el Banco de Japón, donde se confirma que la confianza de las grandes empresas niponas se encuentra en el nivel más alto desde 2007.
La política económica de Shinzo Abe ha conseguido activar el consumo interno y devaluar el valor del yen para hacer más competitivas las exportaciones.
A pesar de ello, la tercera economía mundial acumula el déficit fiscal más alto de los países desarrollados. La deuda pública de Japón supera en más de dos veces el tamaño de su economía.
Diferentes organismos internacionales como el FMI o el Banco Mundial insisten en la necesidad de elevar impuestos para reducir el déficit.