Redacción
03/10/2013
Japón y
Estados Unidos han previsto implementar un nuevo sistema de radar de defensa antimisiles en el archipiélago y cooperar en la lucha contra los ciberataques en el ámbito de la defensa.
El
acuerdo se ha firmado por el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, y el ministro de Defensa, Chuck Hagel, y sus homólogos nipones con el objetivo de hacer frente a las crecientes amenazas a la seguridad en la región Asia-Pacífico.
Las provocaciones de Corea del Norte o las disputas con China por la nacionalidad de algunas islas son un ejemplo.
Los dos países también han acordado la partida de unos 5.000 soldados norteamericanos acantonados en la isla de Okinawa después de 2020 y en el despliegue por primera vez en Japón varios aviones no tripulados de observación.
La revisión de las directrices en materia de defensa entre los dos países se produce en un momento en que Japón se plantea revisar su constitución “pacifista”.
Tras la derrota de la II Guerra Mundial, Japón promulgó una constitución bautizada de pacifista que prohíbe la declaración de guerra a otros países y dota al país sólo de unas Fuerzas de Autodefensa, no de ejército. El primer ministro, Shinzo Abe, defiende la reforma constitucional y que el país pueda desarrollar un ejército convencional.
Para Estados Unidos la decisión de revisar el acuerdo de seguridad, que se remonta a la Guerra Fría, se debe a su interés en aumentar su presencia económica y militar en la región del Asia-Pacífico, especialmente para hacer frente al desarrollo e influencia de China.