Redacción
31/10/2013
Ayer la policía detuvo a cinco sospechosos relacionados con el atentado, supuestamente de raza uigur.
El lunes, un coche se estrelló contra un grupo de turistas y estalló en llamas en la plaza de Tiananmen, frente a la entrada de la Ciudad Prohibida. Cinco personas murieron - los tres ocupantes del vehículo y dos turistas- y otras 40 resultaron heridas.
Según la
prensa china, la policía en un comunicado asegura que se trata de un atentado planificado cuidadosamente. Los tres ocupantes del vehículo muertos han sido identificados y son de etnia uigur. Serían el conductor, Usmen Hassa, su madre, Kuwanhan Reyim, y su esposa, Gulkiz Gini. Se trataría de terroristas suicidas que buscaban inmolarse bajo el gran retrato de Mao.
En el interior del vehículo había gasolina que hizo que se incendiara. A pesar de eso parece que se ha salvado una bandera con mensajes religiosos extremistas.
En el Xinjiang se han elevado los controles de seguridad, se inspeccionan los vehículos y la policía realiza investigaciones entre lo que califica de familias religiosas cercanas a los extremistas, según informa la BBC.
Los controles a la población uigur en Pekín también se han extremado a la búsqueda de más personas relacionadas con el atentado.
La líder de la comunidad uigur en el exilio, Rebiya Kadeer, ha pedido que se haga una investigación independiente y que no se criminalice a su pueblo.
De confirmarse realmente la información que ha facilitado el gobierno chino, un atentado de éste tipo, en pleno corazón de Pekín y en un lugar tan simbólico como referente de la lucha por las libertades como es la Plaza de Tiananmen, representaría un salto cualitativo del extremismo uigur.
La minoría de etnia uigur es la población autóctona de la región del Xinjiang, pero sólo suman unos nueve millones de habitantes. La ambiciosa política de colonización impulsada por Pekín ha llevado a que los chinos de etnia han se conviertan en una poderosa mayoría que controla la administración, el poder y la economía. El Xinjiang es rico en minerales y petróleo.
El enfrentamiento entre las dos comunidades ha tenido brotes violentos, aunque siempre dentro de la región.
El pasado junio 35 personas murieron en el ataque a una estación de policía y varios edificios gubernamentales, en la prefectura de Turpan, a unos 200 kilómetros de Urumqi, la capital del Xinjiang. Y en abril 21 personas perdieron la vida en enfrentamientos en la ciudad de Kashgar.
Los incidentes más graves se produjeron el año 2009 cuando la violencia entre los uigures y lo han se saldaron con la muerte de cerca de doscientas personas de esta etnia y el saqueo de sus negocios.