Redacción
02/09/2013
La actividad manufacturera, en agosto, crece al ritmo más rápido registrado desde hace más de un año y representa un buen augurio para el crecimiento de la economía china en los próximos meses.
Según los datos de la Oficina Nacional de Estadísticas de China, el
Índice de Gestores de compras (PMI, siglas en inglés) ha subido a los 51,0 puntos en agosto desde los 50,3 registrados en julio.
El PMI es uno de los indicadores más relevantes para medir el impulso de la economía. Un PMI por encima de los 50 puntos significa que la actividad económica está en fase expansiva, mientras que por debajo de esa barrera indica recesión.
El sondeo oficial del PMI ha mostrado una recuperación en todos los sectores y subíndices. Aumentan los nuevos pedidos impulsados por la demanda interna y también por la mejora de la demanda externa.
Los datos oficiales de agosto muestran que las medidas del gobierno chino para impulsar la economía y frenar la desaceleración están dando sus frutos.
Pekín ha implementado en los últimos tres meses un mini plan de estimulo para reactivar la economía que ha incluido acelerar las inversiones en infraestructuras, especialmente ferroviarias, y medidas de apoyo a las pequeñas empresas.
El gobierno ha acordado la suspensión temporal de pagar el IVA a las pequeñas empresas y la supresión de algunas tasas a las exportaciones para simplificar el proceso de aduanas.
También parece que el aumento del crédito está llegando a la actividad de la economía real.
El objetivo que se ha marcado el gobierno chino es cerrar el año con un crecimiento del PIB del 7,5% y a pesar que los datos del primer semestre muestran una fuerte ralentización del crecimiento, el primer ministro, Li Keqiang, ha ratificado las previsiones.
Las autoridades chinas confían en que en el segundo semestre de 2013 la economía china se estabilizará y la amenaza de una fuerte frenada desaparecerá.