Redacción
13/09/2013
Contra todo pronóstico el
Banco Central ha apostado por dar una respuesta clara para frenar la caída de la rupia y las expectativas inflacionistas. Dos semanas después de subir los tipos de interés ha decidió volverlos a elevar en 25 puntos básicos y los deja a su nivel más alto de los últimos cuatro años, el 7,25%.
La rápida decisión del Banco Central ha sorprendido a los analistas. Además en su comunicado, el organismo regulador reduce sus previsiones de crecimiento para esta año al 5,5% ya que advierte una reducción de gasto de los consumidores y de las inversiones de las empresas.
Indonesia, al igual que otros países dependientes de la financiación exterior de la órbita BRIC como India, Brasil, Sudáfrica o Turquía, se ha visto atrapadas por una importante ola de ventas. La salida de capitales ha sido provocada por el anuncio de la Reserva Federal de EE.UU de que pronto abandonará su política de estímulos y por lo tanto volverá a ser interesante para los inversores.
Indonesia, la mayor economía del Sudeste Asiático, no es tan dependiente de las exportaciones como otros de sus vecinos asiáticos por lo que hasta ahora había conseguido capear bastante bien la crisis.
El consumo interior, estimulado por una creciente clase media, es una parte importante de su PIB y además su estabilidad política atrae a mucha inversión extranjera. Pero los movimientos de capitales y la salida de inversores de los mercados emergentes hacia Estados Unidos están afectando al crecimiento económico.
A principios de mes Indonesia registró una cifra récord de déficit comercial y la inflación subió hasta el 8,8%.
La necesidad de importar carburantes es la principal responsable del déficit comercial, unido a la desaceleración de la venta de materias primas como aceite de palma, carbón, caucho o estaño a su principal comprador, China.