Redacción
El régimen de Pyongyang ha aceptado
reanudar los encuentros entre familiares que llevan separados más de 60 años. Según la agencia de noticias norcoreana KCNA, la primera reunión se podría celebrar el 19 de septiembre, coincidiendo con la fiesta tradicional de otoño, en el monte Kumgang.
El encuentro entre familias se suspendió en 2010 ante un aumento de las tensiones entre los dos países. La decisión de facilitar el reencuentro entre familiares fue uno de los resultados de la conocida como la “cumbre de los Kim”, en 2000, en que por primera vez los líderes de las dos Coreas se reunieron e iniciaron un proceso de distensión que con el tiempo fracasó.
En Corea del Sur unas 70.000 personas, la mayoría de más de setenta años, han solicitado reencontrarse con sus familiares del norte.
Al final de la Guerra de Corea (1950- 1953), la península quedó dividida a la altura del paralelo 38 y miles de familias divididas. Los dos países siguen técnicamente en guerra, ya que se firmó un armisticio, pero no un tratado de paz.
Las fronteras entre los dos países están cerradas y las familias no han podido comunicarse.
El encuentro, al igual que los anteriores, se producirá en territorio norcoreano en el complejo turístico del monte Kumgang. El resort es un proyecto conjunto de los dos países destinado a atraer visitantes surcoreanos que funcionó entre 1998 y 2008.
La muerte de un turista surcoreano por los disparos de un soldado norcoreano provocaron la cancelación de las visitas.
El régimen de Pyongyang pretende volver a poner en marcha esta iniciativa que representaba una importante entrada de divisas.
La decisión de reanudar los encuentros familiares se adopta una semana después que se acordara la reapertura del complejo industrial de Kaesong, que hasta su clausura albergaba a 123 empresas surcoreanas que daban trabajo a unos cincuenta mil trabajadores norcoreanos.
Corea del Norte cerró Kaseong en medio de una escalada de amenazas contra Corea del Sur y la comunidad internacional en respuesta a las sanciones impuestas por la ONU a sus pruebas nucleares.
Las presiones del régimen de Pyongyang incluyeron amenazas militares contra Seúl y Washington y la suspensión de todos los acuerdos de no agresión firmados con Corea del Sur.
El nuevo clima de distensión se volverá aponer a prueba en las próximas maniobras miliares conjuntas que celebran Washington y Seúl.