Redacción
05/08/2013
Aunque según los sondeos la sustitución de Julia Gillard por Kevin Rudd como primer ministro y líder del Partido Laborista ha contribuido a recuperar votantes, hasta la fecha todas las encuestas prevén un cambio de gobierno y que el Partido Conservador de Tony Abbott gane las próximas elecciones.
En su primer acto tras la convocatoria de las elecciones, Tony Abbott se ha vuelto a comprometer a
derogar el impuesto sobre emisiones de CO2, una de las leyes estrella de los laboristas, muy criticada por los conservadores, que aseguran que resta competitividad a las empresas australianas y afecta muy directamente a la recuperación de la economía.
En las últimas semanas
Kevin Rudd ha ido dando pasos para preparar el escenario electoral. Ha aprobado nuevas medidas de estímulo a la economía, la última, este mismo lunes, es un paquete de ayudas de 117 millones de dólares estadounidenses para la industria del automóvil.
Hoy, antes de disolver el parlamento, también ha anunciado un presupuesto extra para apoyar las actividades extraescolares de los niños y niñas.
La semana pasada aprobó una controvertida reforma de la ley de asilo que obliga a que todos los inmigrantes ilegales que llegan por barco sean enviados directamente a Papúa Nueva Guinea. Australia no tramitará ningún permiso de asilo político.
Según el gobierno de Rudd, la medida pretende luchar contra las redes mafiosas que trasladan a inmigrantes desde Indonesia a Australia con embarcaciones muy precarias que muchas veces naufragan. La mayoría provienen de países como Irán, Irak, Bangladesh, Afganistán y la misma Indonesia y automáticamente piden asilo político.
El gobierno australiano sostiene que la mayoría de las personas que llegan a sus costas no son exiliados políticos sino inmigrantes por motivos económicos y ha cerrado esta vía de entrada.
La decisión ha sido muy criticada por el ACNUR y organizaciones pro derechos humanos, pero satisface a la opinión pública australiana, que es muy sensible a los temas de inmigración.
La reactivación de la economía, el medio ambiente y los problemas derivados de la inmigración serán los temas estrella de esta campaña electoral.
A pesar del “efecto Rudd”, las encuestas siguen apuntando a un cambio de gobierno y dando vencedor de las elecciones al Partido Conservador.
El primer ministro, que sustituyó a Julia Gillard el pasado 27 de junio, ha decido adelantar las elecciones del 14 de septiembre previsto en principio al día 7 de septiembre. El adelanto puede ayudarle a no desgastarse como primer ministro al mismo tiempo que le ha dado visibilidad para recuperar votos.