Redacción
12/08/2013
En el primer trimestre del año fiscal, que se inicia en abril, el PIB de Japón ha crecido un débil 0,6% respecto al anterior y suma un
2,6% anualizado. Aunque las exportaciones y el consumo interno se mantienen, la caída de las inversiones de las empresas frena el crecimiento de la economía.
A pesar que la economía japonesa suma tres trimestres consecutivos de expansión, la ralentización del crecimiento siembra dudas sobre el efecto a largo plazo de las medias de estímulo del gobierno, el conocido programa “Abenomics”.
El débil crecimiento del PIB añade presión al gobierno sobre la impopular medida de subir el IVA, una decisión que en teoría debe aprobar y anunciar en otoño.
Abe había asegurado que esperaría a conocer los datos del trimestre de abril a junio para decir si aplicaría la subida del impuesto sobre el consumo del 5% al 8% prevista para abril de 2014 con el objetivo de frenar la deuda pública que ha vuelto a batir un récord histórico.
El gobierno anterior aprobó una subida paulatina del impuesto sobre el consumo, IVA, para alcanzar el 10% en 2015 con el objetivo de frenar el déficit. Japón es la economía industrializada que acumula el mayor déficit fiscal del mundo. En junio su deuda ha alcanzado los 10,4 billones de dólares y supera el 239,9% de su PIB.
Analistas y organismos internacionales, como el FMI, presionan a Japón, la tercera economía del mundo, para que controle su deuda, pero el gobierno teme que una subida de impuestos recorte el consumo y aleje las perspectivas de salir del periodo de deflación que dura más de una década.