La economía de China confirma la moderación de su crecimiento

asiared 16/07/2013 La economía china creció en el segundo trimestre de este 2013 dos décimas por debajo de lo previsto y de la expansión registrada en los primeros tres meses del año.

En el último trimestre de 2012 la economía del gigante emergente todavía rozaba el 8% --7,9%-- de crecimiento del PIB.

China suma así cinco trimestres consecutivos en que su economía crece por debajo del 8%.

Estos datos hacen dudar a algunos expertos de que China pueda alcanzar para el conjunto del año el objetivo de crecimiento fijado por sus gobernantes, el 7,5%. Por debajo del 7%, tanto el gobierno de Pekín como los analistas consideran que no hay garantías de estabilidad social.

En la coyuntura económica china presente, existen factores no controlables directamente por las autoridades de Pekín, como la desaceleración de las exportaciones por la apatía de la demanda en Estados Unidos y Europa.

Y por otro lado, también influyen marcadamente en la moderación del crecimiento del PIB algunas medidas adoptadas por el gobierno chino, como el control del crédito.

El primer objetivo de Pekín es garantizar factores de estabilidad, es decir, evitar las burbujas especulativas, en particular la inmobiliaria, y que se desboque la inflación.

Un crash en el sector inmobiliario, con el impacto en el financiero, combinado con altos índices de inflación echaría a muchos ciudadanos a la calle, el gran tabú para el gobierno comunista chino.

Pero además, evitando la peligrosa expansión de la economía especulativa, Pekín intenta hacer evolucionar el modelo económico que tantos éxitos le ha dado pero que hoy es ya caduco y contraproducente para la estabilidad.

Es cierto que China necesita crecer al menos a un 7% anual para generar empleo, pero también es verdad que empieza a disminuir la presión del mercado laboral gracias a las políticas de contención de la natalidad y a una de las consecuencias del desarrollo de los últimos años. La clara mejora de la calidad de vida y el surgimiento de una clase media emergente generan demanda de puestos de trabajo de mayor valor añadido.

Trabajos de mayor calificación implican sueldos más altos, lo que pone en manos de los ciudadanos chinos más dinero circulante, las condiciones óptimas para el gobierno chino para acometer el paso de una economía demasiado dependiente de las exportaciones, como se ha visto con la crisis global, a un mercado interior más fuerte, nuevo motor de la economía china y, a medio plazo, de la mundial.

El cambio de modelo económico chino es clave para la reactivación y la sostenibilidad de la economía globalizada.