Redacción
26/06/2013
La región autónoma de Xinjiang, de mayoría uigur, vuelve a vivir un nuevo episodio de violencia. Grupos armados con cuchillos han atacado una comisaría de policía. Al menos veintisiete personas han muerto y tres han resultado heridas.
Los disturbios se han producido en la prefectura de Turpan, a unos 200 kilómetros de Urumqi, la capital del Xinjiang.
Según los
medios chinos, un grupo armado con cuchillos y palos han atacado un puesto de policía y un edificio del gobierno. En el enfrentamiento han muerto nueve agentes, además de ocho civiles y diez de los asaltantes.
Los conflictos entre los uigures, de religión musulmana, y la población china de etnia han son frecuentes en los últimos años.
El gobierno de Pekín asegura que los brotes de violencia se deben a grupos terroristas que quieren la independencia del Xinjiang y tienen conexiones con los islamistas radicales de Pakistán o las repúblicas del Asia Central, aunque sin aportar muchas pruebas.
Los activistas uigures acusan a las autoridades de utilizar la amenaza terrorista para mantener una política represora en la Región Autónoma del Xinjiang. Los uigures son la población autóctona de esta región, situada al noroeste de China, pero ahora sólo representan el 45% de la población tras una agresiva campaña de colonización por parte de los chinos han, la etnia mayoritaria en China.
En el año 2009, graves enfrentamientos en Urumqi entre los uigures y la población han se saldaron con la muerte de cerca de doscientas personas de esta etnia.
Desde entonces los brotes de violencia esporádicos se han sucedido. El pasado abril, 21 personas perdieron la vida en nuevos enfrentamientos en la ciudad de Kashgar.