Redacción
18/06/2013
El parlamento de Indonesia aprueba un controvertido recorte de los subsidios a los carburantes de casi un 33%, que aliviará los presupuestos estatales. La medida contempla un paquete de ayuda para las familias con menos recursos.
La medida se ha aprobado en un acalorado debate parlamentario con la oposición en contra, unida a los sindicatos y manifestaciones de rechazo en las calles con algunos episodios de violencia incluidos.
El
recorte de los subsidios a los carburantes provocará una subida de la inflación, pero también representa la liberación de una importante partida presupuestaria y la reducción del déficit.
Se calcula que cerca del 10% del presupuesto nacional se destina a subvencionar el combustible. En 2012 se invirtieron unos 20.000 millones de dólares.
De hecho el trámite parlamentario no era necesario para aprobar la reducción de la subvención a los carburantes, pero la medida es tan impopular que el presidente de Indonesia, Susilo Bambang Yudhoyono, ha preferido al menos contar con el apoyo del parlamento tras más de un año de debate.
Indonesia es una de las economías asiáticas que mejor ha resistido la crisis ya que no es tan dependiente de las exportaciones como sus vecinos y tiene un gran mercado interno.
A pesar de ser un imán para la inversión extranjera por su estabilidad y gran mercado, unos ciento ochenta millones de habitantes con una creciente clase media, las importantes subvenciones a los combustibles amenazan su estabilidad financiera.
Los organismos internacionales habían aconsejado reiteradamente la necesidad de reformas y algunas agencias de calificación como Standard & Poors han revisado a la baja sus previsiones sobre la solvencia de país.
Aunque la medida se ha aprobado, todavía no se ha puesto fecha para ponerla en marcha. La última subida del precio de la gasolina se produjo en 2008.