Redacción
17/06/2013
La portavoz de seguridad del Consejo de Estado de Estados Unidos,
Caitlin Hayden, ha declarado que Corea del Norte “será juzgada por sus acciones y no por sus palabras” y ha insistido en que el régimen de Pyongyang debe cumplir las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
Este domingo 16 de junio Corea del Norte proponía formalmente a Estados Unidos celebrar conversaciones de alto nivel para flexibilizar las tensiones y negociar sobre la eliminación de armas nucleares en la península coreana.
Sin embargo el régimen de Pyongyang ha aclarado que Estados Unidos no debería imponer condiciones previas para iniciar las negociaciones, como el cumplimiento de las sanciones o de acuerdos anteriores.
Corea del Norte insiste en su reivindicación de que el desmantelamiento de su programa nuclear debe responder a un acuerdo global para reducir las armas nucleares en la región, en directa referencia al armamento norteamericano.
Tras meses de escalada belicista, en que se amenazó con ataques militares a Estados Unidos y Corea del Sur, parece que el régimen de Pyongyang opta por rebajar la tensión y regresar al tablero de la diplomacia, aunque sin renunciar a llevar la iniciativa.
La semana pasada se anunciaron unas históricas conversaciones ministeriales con Corea del Sur que finalmente se cancelaron por problemas de protocolo al no ponerse de acuerdo sobre el rango de las delegaciones.
Pyongyang parece que ahora desvía el foco e intenta negociar directamente con Estados Unidos.
El foro para negociar las desnuclearización de la península coreana son las conversaciones a seis bandas (incluyen a China, Estados Unidos, Corea del Norte, Corea del Sur, Japón y Rusia), pero no se convocan desde 2009.
En febrero 2012 Pyongyang llegó a un acuerdo bilateral con Washington para congelar parcialmente sus actividades de enriquecimiento de uranio a cambio de ayuda humanitaria. El lanzamiento de prueba de un cohete de largo alcance en abril acabó con el acuerdo.
El lanzamiento de otro cohete con capacidad de llevar carga nuclear e impactar en Japón o territorio norteamericano en diciembre provocó una contundente resolución de Naciones Unidas ampliando las sanciones.