Redacción
05/06/2013
La economía de Australia crece al ritmo más lento desde 2011. El PIB se ha incrementado un escaso 0,6% en los tres primeros meses de 2013, respecto al trimestre anterior.
Según los datos publicados por la Oficina de Estadística de Australia, la economía se está desacelerando. Aunque el volumen de exportaciones ha aumentado, el recorte de inversión y gasto del sector minero ralentiza el crecimiento del PIB.
La economía se ha expandido un 0,6% durante el primer trimestre de 2013, respecto a los tres meses anteriores, cuando se esperaba al menos un crecimiento del 0,7%.
El crecimiento del Producto Interior Bruto anual se sitúa en el 2,5%, lejos del 3,2% registrado en el trimestre anterior y del 2,7% que habían previsto los expertos.
La débil tasa de crecimiento puede añadir más presión al Banco de la Reserva de Australia (RBA, siglas en inglés) para que apruebe un nuevo recorte del precio del dinero. En su reunión del martes el RBA mantuvo sin cambios los tipos de interés después que a principios de junio los rebajara hasta el 2,75%, el nivel más bajo de los últimos 53 años.
La economía australiana se ha expandido en el último decenio gracias al aumento de las exportaciones de materias primas, especialmente minerales, a las economías emergentes de Asia, especialmente China y la India.
La desaceleración de estos mercados afecta directamente al PIB australiano. Además la fortaleza de la moneda, el dólar australiano, que se ha apreciado en los últimos tiempos, resta competitividad a las manufacturas y al sector turismo.
Australia debe hacer frente a un cambio de modelo económico. El sector minero ya no podrá ser en exclusiva el impulsor del crecimiento y de momento los intentos de reactivar la economía con el consumo interno y la construcción no están dando los frutos esperados.
La demanda interna se ha contraído un 0,3% durante el primer trimestre y la tasa de ahorro de los hogares ha aumentado. Los consumidores recortan gastos para ahorrar ante la incertidumbre del futuro.